Durante décadas se creía que antes de la llegada de Colón en 1492 no existían grupos organizados que dejasen un impacto en el Amazonas. Pero nada más lejos de la realidad. También en esta región tan inaccesible y complicada para vivir, se establecieron sociedades que dejaron sus huellas. Una de ellas dejó 20 000 lomas artificiales.
Los Llanos de Moxos: un ecosistema único
Los Llanos de Moxos son el ecosistema de sabanas y humedales más extenso de la Amazonía. Tres grandes ríos – Beni, Mamoré e Iténez – forman el río Madera, el principal afluente del río Amazonas e inundan a menudo el entorno. Es un área difícil de habitar; aun así, los primeros humanos se remontan 10 000 años atrás transformando la región. Entre el siglo IV a. C. hasta el siglo XIII se desarrolló la cultura hidráulica de Moxos que se caracteriza por las lomas artificiales en las que vivían.
Descubriendo las lomas artificiales
La selva tropical crece rápido, recupera lo que le quitaron y esconde hasta el último vestigio humano. Para encontrar los secretos de la selva se necesitan ideas innovadoras. Esto fue justo lo que hizo el arqueólogo alemán Heiko Prümers.

Instaló un LiDAR en un helicóptero para analizar una superficie de 200 kilómetros cuadrados. Una vez que tuvo todos los datos del escáner tridimensional descubrieron en el Departamento del Beni, al suroeste de la cuenca del Amazonas en Bolivia, una estructura compleja: las lomas.
Se estima que existen unas 20 000 lomas artificiales con una media de 20 hectáreas cada una. Las lomas se conectan entre sí a través de terraplenes de 15 a 30 kilómetros, a los lados quedan canales que servirían para salvaguardar agua para la época seca. Según Prümers, los grupos se asentaron en las zonas que quedaban a salvo de las inundaciones y a lo largo de los siglos se fueron formando lomas cada vez más altas.
Chuchini: sin piscina, pero con restos óseos

Chuchini, que significa «guarida del jaguar» en el idioma trinitario, se encuentra justamente en una de esas lomas. También es el perfecto ejemplo del largo recorrido histórico que guardan.
Tras una semana nos preguntamos por qué hay un agujero de una obra sin acabar en medio del lodge. «En 2021 quisimos construir una piscina, empezamos a excavar y hallamos restos óseos de una mujer» nos aclaró Augusto, guía turístico, a 15 km de Trinidad. Les valió para aparecer en los periódicos, pero por falta de medios simplemente se volvió a enterrar los huesos y a tapar el agujero con tierra. Sólo queda la anécdota de una historia por reconstruir.
En Chuchini guardan cientos de piezas prehispánicas que han ido encontrando en la loma en sí. El minimuseo arqueológico es prueba de la riqueza cultural e histórica de la región.
Revalorizar la historia amazónica
Pisar esta tierra es pisar con seguridad la misma tierra que muchas generaciones anteriores y, definitivamente, es la prueba de que existían civilizaciones organizadas en la Amazonía. Para nosotros, ha significado reflexionar acerca de todas las versiones históricas que aprendemos en los colegios y toda la riqueza cultural que se pierde, olvida u obvia sea por la falta de tiempo o interés.