Salar de Uyuni: un espejo de sal

El Salar de Uyuni se presenta como un espectáculo sin igual. A lo lejos, surge un inmenso espejo que refleja el azul intenso del cielo, una ilusión que se intensifica a medida que nos acercamos. Pero no es hasta llegar a la orilla del salar que se revela la verdadera magnitud de su belleza: un manto blanco infinito compuesto por 10 mil millones de toneladas de sal.

A 3600 metros de altura, este desierto de sal, el más grande del mundo, se extiende por 10 582 km2, un territorio que parece no tener fin. Su profundidad alcanza los 120 metros, formada por capas de sal que varían entre uno y diez metros de grosor, entremezcladas con capas de barro.

Salzabbau auf dem Salar
Mina de sal en el Salar de Uyuni.

La salmuera, rica en litio, boro, magnesio, potasio y otros elementos, representa un importante motor económico para la región, con una extracción anual de alrededor de 25 toneladas. Además, el salar alberga la mayor reserva de litio del mundo, aunque su extracción se ve dificultada por la escasez de agua, aunque al mismo tiempo así se conserva también el salar frente a intereses económicos.

En nuestro caso, hubo más que suficiente agua. La época de lluvias nos brindó un espectáculo adicional: una fina capa de agua cubría la superficie de sal, transformando el paisaje en un espejo aún más perfecto. Sin embargo, esta agua también presentó un desafío, ya que ablanda la capa de sal y puede provocar que los vehículos se hundan. De hecho, presenciamos cómo trataron de sacar un camión durante horas.

Con cautela y siguiendo las instrucciones de los operadores turísticos, nos aventuramos a cruzar el salar, esquivando ocasionalmente «ojos de sal», pozos de agua salada que brotan por la evaporación. Finalmente, llegamos sin mayores contratiempos al monumento Dakar, donde decidimos pasar la noche.

Antiguo hotel de sal en el monumento de Dakar.

La puesta de sol fue un espectáculo inolvidable, y el amanecer en medio del salar, sin turistas, un momento de paz a pesar del frío.

Puesta de sol.

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